Mas que un libro
En uno de mis anteriores entradas hable sobre los libros y vuelvo a hablar de ellos pero concretamente de unos en especial.
Ingresar en el mundo de los libros ha sido desde siempre un impulso en el cual nos abre al placer de la exploración y el deseo de aprendizaje. Es una aventura del conocimiento que abre espacio a la imaginación y transforma a quien ingresa en este mundo. Descubrimos preguntas y respuestas que nos involucran y un lugar para encontrarse con nosotros mismos a través del encuentro con el universo que toma sentido y forma en el libro. Por otro lado, el editor buscará siempre nuevas posibilidades de estimular nuestro interés.
En esta gran tradición humanista del libro, la interacción verbo – imagen tiene su particular recorrido: el libro ilustrado. La capacidad de la imagen de dar forma al pensamiento, a través de un discurso visual que remite a la existencia de un mundo al cual revela parcialmente tiene una larga historia, desde los inicios de la humanidad. Pero esta interacción es, hoy en día, sólo una parte de la complejidad de la construcción de forma y sentido del libro.
En la cultura actual, el libro ha
desarrollado nuevas posibilidades de expandir su propuesta de generar mundos para
sus lectores de todas las edades y particularmente para los lectores niños y
jóvenes. Ha enfocado la tridimensionalidad como una herramienta moderna,
relacionada con el arte, el diseño, la arquitectura, el cine, la ciencia.
El libro tridimensional hace interactuar lenguajes diferentes, verbales, icónicos, plásticos, espaciales, ópticos, con vínculos dialógicos interactivos, donde el lector no sólo desarrolla una realidad mental sino experimenta con la misma generación de la información, a través de acciones físicas, es parte de la progresión y coherencia de la construcción conceptual y emocional del libro. El recorrido receptivo resalta la disposición participativa del acto de lectura y lo convierte en una experiencia vivencial además de cultural, donde procedemos a una dinámica que crea las condiciones para el aprendizaje de su propio potencial en el reconocimiento de informaciones y la generación de conocimientos.
El libro tridimensional hace interactuar lenguajes diferentes, verbales, icónicos, plásticos, espaciales, ópticos, con vínculos dialógicos interactivos, donde el lector no sólo desarrolla una realidad mental sino experimenta con la misma generación de la información, a través de acciones físicas, es parte de la progresión y coherencia de la construcción conceptual y emocional del libro. El recorrido receptivo resalta la disposición participativa del acto de lectura y lo convierte en una experiencia vivencial además de cultural, donde procedemos a una dinámica que crea las condiciones para el aprendizaje de su propio potencial en el reconocimiento de informaciones y la generación de conocimientos.
Roland Barthes (filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés.) hablaba de dos
tipos de lectura: una lectura fascinada por la lógica, que va directamente a la
progresión de la anécdota, y una lectura centrada en el texto, que profundizaría
de manera casi arqueológica en sus niveles de significancia. La presencia tridimensional
e interactiva de la imagen desarrolla esta segunda lectura, a través de la cual nosotros ingresamos en un hipertexto, en el cual la semántica surge de la puesta en
escena de la interacción de los lenguajes y eso nos propone un espacio nuevo y una modalidad original.
Las estructuras que intervienen en este proceso recurren al poder estándar de la memoria, a su visión totalizadora con la
cual termina el efectuar o llevar a cabo el estructurante e interpretativo de la lectura del libro
tridimensional. La memoria registra también las huellas de la participación del lector en la generación de
la identidad del libro, en la construcción de su mundo, de sus sentidos y
mensajes. La visión perceptiva
exploradora que emerge del contacto con un libro tridimensional aporta en muchos
campos de la información y de la ficción, desde el libro infantil y juvenil hasta
el libro para adultos; en todos los casos, se trata de una propuesta que
estimula la lectura, valorando los significados e intenciones comunicativas a
través de las estrategias de la interacción y la construcción colaborativa de
los contenidos.
En torno al libro tridimensional
se ha generado un impresionante mundo de creadores, comenzando con Robert Sabuda, David A. Carter, Philippe UG, Květa
Pacovská, Eric Carle, para mencionar
sólo algunos nombres, quienes
desarrollaron y siguen desarrollando nuevas formas de llegar al público
consumidor de cultura y nuevas formas para su
participación en el acto de
lectura y generación de significación.
Alice in Wonderland" Paper engineering/Art
by Robert Sabuda
Alice
in Wonderland" Paper engineering/Art by Robert Sabuda
David A. Carter Pop-Up Books
David A. Carter Pop-Up Books
David A. Carter Pop-Up Books
Philippe UG
Philippe UG
Philippe UG
Kveta Pacovska
Kveta Pacovska
Kveta Pacovska
Eric Carle
Eric Carle
Eric Carle
Comentarios
Publicar un comentario